Biochar: una herramienta clave para capturar carbono y transformar la industria

Hoy se posiciona como una solución viable, escalable y multifuncional. Puede integrarse en estrategias agroecológicas, en cadenas de valor industriales y en modelos de negocios climáticamente inteligentes. Todo indica que el biochar no es una moda pasajera, sino una pieza más en el rompecabezas de la descarbonización global.
que es el biochar

¿Qué es el biochar?

El biochar es un material sólido, rico en carbono, que se obtiene a partir de biomasa vegetal mediante un proceso térmico controlado llamado pirólisis.

Contenido del artículo

Este proceso consiste en calentar residuos orgánicos a altas temperaturas, pero en condiciones de muy poco o ningún oxígeno, lo que evita que el material se queme como en una combustión tradicional.

Contenido del artículo

Lo interesante es que, en lugar de liberar dióxido de carbono (CO₂), la pirólisis transforma ese carbono en una forma altamente estable. ¿El resultado? Una especie de “carbón vegetal refinado” que puede durar cientos o incluso miles de años en el suelo sin descomponerse. Esa capacidad de retener carbono por tanto tiempo es lo que convierte al biochar en una de las tecnologías más prometedoras en la lucha contra el cambio climático.

Contenido del artículo

Propiedades técnicas que hacen del biochar un material excepcional

El biochar tiene características que lo distinguen de otros productos derivados de la biomasa:

  • Alto contenido de carbono estable: Aproximadamente la mitad del carbono presente originalmente en la biomasa queda atrapado en forma sólida, evitando su liberación como CO₂ a la atmósfera.
  • Porosidad elevada: Su estructura es altamente microporosa, lo que le da capacidad de retención de agua y nutrientes si se aplica en suelos, o mejora ciertas propiedades cuando se incorpora en materiales de construcción.
  • Gran estabilidad química y biológica: El carbono del biochar no es fácilmente degradado por microorganismos. Esto significa que, a diferencia del compost o de los residuos frescos, su contribución al almacenamiento de carbono es a largo plazo.
  • Potencial de remoción de CO₂: Al inmovilizar carbono biogénico que de otro modo se liberaría por descomposición o incineración, el biochar funciona como un sumidero permanente de carbono.
Contenido del artículo

¿Cómo se produce el biochar?

El proceso de pirólisis puede realizarse en instalaciones de distintas escalas, desde sistemas artesanales hasta plantas industriales. La materia prima típica son residuos orgánicos: restos de poda, cáscaras, aserrín, bagazo, etc.

Contenido del artículo

Durante la pirólisis, la biomasa se somete a temperaturas que oscilan entre los 350°C y los 700°C, en una atmósfera con muy bajo contenido de oxígeno. Este entorno impide la combustión y favorece la transformación del carbono orgánico en estructuras aromáticas estables que conforman el biochar.

Contenido del artículo

El producto final puede ser un sólido poroso (biochar), acompañado de líquidos (bio-aceites) y gases pirolíticos, los cuales también pueden ser valorizados energéticamente.

La calidad del biochar dependerá del tipo de residuo utilizado, la temperatura aplicada, el tiempo de permanencia en el reactor y el diseño del equipo. Por eso, quienes producen biochar con fines de captura de carbono o aplicaciones técnicas deben controlar cuidadosamente sus condiciones de proceso y caracterizar el producto final.

Contenido del artículo

Aplicación del biochar en la industria del cemento: una posibilidad con gran potencial

Una de las líneas más innovadoras es su posible uso como material suplementario cementante, es decir, como aditivo o reemplazo parcial del clinker, el principal componente del cemento. Esta aplicación tiene enorme valor desde una perspectiva climática, porque la producción de clinker es una de las mayores fuentes de emisiones industriales a nivel global.

¿Por qué reemplazar el clinker?

La fabricación de clinker implica calentar piedra caliza y otros minerales a más de 1400°C, lo que libera CO₂ de dos formas:

  1. Por la energía térmica necesaria para alcanzar esas temperaturas extremas.
  2. Por la reacción química de descarbonatación del carbonato de calcio, que libera CO₂ directamente.

Cada tonelada de clinker genera, en promedio, unas 800 kg de CO₂. Por eso, cualquier estrategia que reduzca su uso tiene un impacto directo en la descarbonización del sector.

¿Cómo puede contribuir el biochar?

El biochar tiene una combinación de propiedades físicas y químicas que lo hacen un candidato interesante para mezclas cementicias:

  • Presencia de sílice amorfa (SiO₂): algunos tipos de biochar, dependiendo de su origen, contienen sílice que puede reaccionar con el hidróxido de calcio del cemento y formar geles C-S-H (silicato cálcico hidratado), que son los responsables de la resistencia del hormigón.
  • Mejora estructural: su microporosidad puede contribuir a una microestructura más densa, reduciendo la absorción de agua y mejorando la resistencia a la compresión y al ataque químico.
  • Aislamiento térmico: debido a su composición y estructura, puede aportar propiedades aislantes útiles en edificaciones energéticamente eficientes.
  • Reducción de la porosidad del cemento endurecido: lo que puede aumentar la durabilidad frente a ambientes agresivos.

En suma, el biochar no solo reduce emisiones asociadas al clinker, sino que también puede mejorar el desempeño técnico del cemento si se incorpora en proporciones adecuadas y con criterios de ingeniería.

Biochar y economía circular: cerrar el ciclo con carbono estable

El biochar encarna muchos principios de la economía circular aplicada:

  • Aprovecha residuos que normalmente serían descartados o quemados, dándoles un nuevo valor.
  • Evita emisiones de metano y CO₂ provenientes de la descomposición natural o el mal manejo de residuos orgánicos.
  • Genera productos útiles para la agricultura, la industria y la construcción.
  • Abre oportunidades para proyectos de remoción de carbono, que pueden ser validados y registrados en mercados voluntarios, contribuyendo a la financiación de soluciones climáticas.

Una tecnología para mirar de cerca

Lejos de ser un concepto nuevo, el biochar recupera prácticas ancestrales (como la “terra preta” amazónica) y las resignifica con base en desafíos actuales: cambio climático, degradación de suelos, transición energética y desarrollo sostenible.

Hoy se posiciona como una solución viable, escalable y multifuncional. Puede integrarse en estrategias agroecológicas, en cadenas de valor industriales y en modelos de negocios climáticamente inteligentes. Todo indica que el biochar no es una moda pasajera, sino una pieza más en el rompecabezas de la descarbonización global.

Autor del artículo

Picture of Agustín Lagos
Agustín Lagos
Mechanical Engineer and Lead Consultant at Weya Consulting, with over 8 years of experience in climate change management. He specializes in the quantification of organizational and product carbon footprints, as well as in the development of greenhouse gas mitigation plans. He has collaborated with national and subnational organizations in Argentina, such as the National Institute of Industrial Technology (INTI) and the Buenos Aires Environmental Protection Agency (APrA), where he led high-impact projects—including the energy management chapter of the Buenos Aires 2050 Carbon Neutral Plan with the support of C40. Additionally, he has trained over 2,300 professionals in SMEs, providing them with key tools to measure and reduce greenhouse gas emissions. In 2024, he founded Weya Academy with the aim of expanding this knowledge. Today, he shares his experience with students throughout LATAM and the United States, promoting sustainable and effective carbon management practices.
Aprende, Actúa, Alcanza la carbono neutralidad

Permítenos ser

tus mentores en

carbono neutralidad.

Progresión del
calentamiento global
(fuente: NASA)
Picture of Agustín Lagos
Agustín Lagos
Mechanical Engineer and Lead Consultant at Weya Consulting, with over 8 years of experience in climate change management. He specializes in the quantification of organizational and product carbon footprints, as well as in the development of greenhouse gas mitigation plans. He has collaborated with national and subnational organizations in Argentina, such as the National Institute of Industrial Technology (INTI) and the Buenos Aires Environmental Protection Agency (APrA), where he led high-impact projects—including the energy management chapter of the Buenos Aires 2050 Carbon Neutral Plan with the support of C40. Additionally, he has trained over 2,300 professionals in SMEs, providing them with key tools to measure and reduce greenhouse gas emissions. In 2024, he founded Weya Academy with the aim of expanding this knowledge. Today, he shares his experience with students throughout LATAM and the United States, promoting sustainable and effective carbon management practices.

Comparte:

Tabla de contenidos

Artículos recomendados