¿Qué es el Potencial de Calentamiento Global (PCG)?

El Potencial de Calentamiento Global (PCG) mide el impacto de los gases de efecto invernadero comparado con el CO2. Utilizar los valores más recientes y un horizonte de 100 años es clave para una medición precisa de la huella de carbono.
co2 equivalente

¿Querés aprender a identificar correctamente las fuentes de gases de efecto invernadero en una empresa?

En este webinar te explicamos cómo hacerlo paso a paso con la estructura oficial de la norma ISO 14064-1.

✔️ ¿Qué son las fuentes directas e indirectas?
✔️ ¿Cómo se clasifican según su origen?
✔️ ¿Qué ejemplos concretos se incluyen en cada categoría?

Entender estas seis categorías es la base para construir un inventario sólido y creíble.

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¿Cómo Medimos el Impacto de los Gases en el Cambio Climático? Una Guía Completa sobre el Potencial de Calentamiento Global (PCG) y la Huella de Carbono

Imagina que quieres comparar el impacto ambiental de conducir un automóvil con el de criar ganado.

A primera vista, parece imposible: los combustibles fósiles emiten dióxido de carbono (CO2), mientras que el ganado produce metano (CH4).

¿Cómo sumamos peras con manzanas? Aquí entra en juego el Potencial de Calentamiento Global (PCG), una herramienta científica que nos permite traducir el impacto de diferentes gases de efecto invernadero (GEI) a una unidad común, ayudándonos a entender y combatir el cambio climático con claridad.

En este artículo, exploraremos qué es el PCG, cómo funciona, por qué es esencial para medir la huella de carbono y cómo las empresas pueden usarlo para reducir su impacto ambiental.

¿Listo para descubrir cómo cuantificar el cambio climático?

¿Qué es el Potencial de Calentamiento Global (PCG)?

El PCG es como un traductor universal para los gases de efecto invernadero.

Cada gas, desde el CO2 hasta el metano o el hexafluoruro de azufre, tiene una capacidad única para atrapar calor en la atmósfera y contribuir al calentamiento global.

El PCG mide cuántas veces más potente es un gas en comparación con el CO2, que se usa como referencia con un valor de 1.

Por ejemplo, si un gas tiene un PCG de 25, significa que una tonelada de ese gas calienta la atmósfera 25 veces más que una tonelada de CO2 durante un período específico, generalmente 100 años.

Piénsalo como si estuvieras comparando el “poder calorífico” de diferentes combustibles.

El CO2 es como un carbón estándar, mientras que otros gases, como el metano, son como un combustible de alta potencia que quema más rápido y fuerte, pero no dura tanto.

El PCG considera dos factores principales: la eficiencia radiativa (cómo de bien el gas absorbe energía) y la vida atmosférica (cuánto tiempo permanece en la atmósfera antes de degradarse).

Esta métrica nos permite comparar manzanas con manzanas y responder preguntas como: ¿qué tiene mayor impacto, las emisiones de un camión o las de una granja lechera?

¿Por qué es esto útil?

Imagina que quieres reducir las emisiones de tu empresa, pero no sabes si enfocarte en el CO2 de tus vehículos o en el metano de tus procesos agrícolas.

El PCG te da una respuesta clara al convertir todo a una unidad común, el dióxido de carbono equivalente (CO2e), que exploraremos más adelante.

Pero antes, dejemos una pregunta en el aire: si los gases son tan diferentes, ¿cómo los sumamos para medir el impacto total de una actividad?

Sigue leyendo, porque el PCG es la clave.

¿Cómo Funciona el PCG? Una Explicación Sencilla

El PCG no es solo un número; es el resultado de un cálculo científico que combina la capacidad de un gas para atrapar calor con su duración en la atmósfera.

Por ejemplo, el metano tiene una vida atmosférica de unos 12 años, mucho más corta que la del CO2, que puede permanecer siglos.

Sin embargo, en esos 12 años, el metano es mucho más potente: su PCG es de aproximadamente 27.9 en un horizonte de 100 años, según las últimas estimaciones del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático).

Esto significa que, aunque el metano desaparece más rápido, su impacto a corto plazo es mucho mayor.

Piensa en el PCG como una balanza que equilibra potencia y tiempo.

Gases como el hexafluoruro de azufre (SF6), con un PCG de 23,500, son extremadamente potentes y persisten miles de años, lo que los hace especialmente dañinos.

Otros, como los hidrofluorocarbonos (HFCs), varían entre 140 y 11,700, dependiendo del compuesto.

El horizonte temporal de 100 años es el estándar porque captura el impacto acumulado de los gases, pero en algunos casos, como para políticas de corto plazo, se usa un horizonte de 20 años, donde el metano, por ejemplo, tiene un PCG de 81.2.

Esta herramienta es esencial para estandarizar las emisiones y tomar decisiones informadas.

Sin el PCG, sería como intentar sumar dólares, euros y pesos sin saber el tipo de cambio.

Pero con el PCG, podemos convertir todo a CO2e y obtener una imagen clara del impacto climático.

Dióxido de Carbono Equivalente (CO2e): La Moneda Común del Cambio Climático

Ahora que entendemos el PCG, hablemos del CO2e, la unidad que hace posible sumar emisiones de diferentes gases.

El CO2e convierte la masa de cualquier gas de efecto invernadero en el equivalente de CO2, usando el PCG como factor de conversión.

La fórmula es simple: CO2e = masa del gas × PCG.

Por ejemplo, si una fábrica emite 10 toneladas de metano (PCG de 27.9), el impacto equivalente es 10 × 27.9 = 279 toneladas de CO2e.

Esto significa que esas 10 toneladas de metano calientan la atmósfera tanto como 279 toneladas de CO2.

Si la misma fábrica emite 500 toneladas de CO2, el total en CO2e sería 500 + 279 = 779 toneladas de CO2e.

Así, podemos sumar emisiones de diferentes fuentes y obtener una sola cifra que representa el impacto climático total.

Imagina que estás organizando un presupuesto en diferentes monedas: euros, yenes, dólares.

Para saber cuánto tienes en total, conviertes todo a dólares. El CO2e hace lo mismo con las emisiones, permitiendo a empresas, gobiernos y organizaciones comparar y priorizar sus esfuerzos de reducción.

Por ejemplo, una empresa podría descubrir que el metano de sus procesos agrícolas tiene un impacto mucho mayor que el CO2 de su flota de vehículos, y decidir invertir en tecnologías para capturar metano.

El CO2e es la base para calcular la huella de carbono, que mide el total de emisiones de GEI generadas por una actividad, producto u organización.

Ya sea que estés evaluando el impacto de un vuelo transatlántico o el ciclo de vida de un producto, el CO2e te da una métrica clara y comparable.

Principales Gases de Efecto Invernadero y su Impacto

Para entender cómo el PCG y el CO2e nos ayudan a combatir el cambio climático, necesitamos conocer a los principales culpables: los gases de efecto invernadero.

Cada uno tiene un PCG único, fuentes específicas y un impacto particular en el clima.

A continuación, detallamos los siete principales GEI, según la norma ISO 14064, con datos técnicos para que comprendas su rol.

Dióxido de Carbono (CO2)

  • PCG: 1 (referencia)
  • Fuentes: Combustión de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural), deforestación, producción de cemento y acero.
  • Impacto: El CO2 es el GEI más abundante, representando cerca del 76% de las emisiones globales. Su larga vida atmosférica (siglos) lo hace un contribuyente persistente al calentamiento global. Por ejemplo, quemar un litro de gasolina produce unos 2.3 kg de CO2, y la deforestación libera miles de millones de toneladas al reducir la capacidad de los bosques para absorberlo.

Metano (CH4)

  • PCG: 27.9 (100 años)
  • Fuentes: Digestión de ganado, vertederos, producción y transporte de petróleo y gas, arrozales inundados.
  • Impacto: El metano es 27.9 veces más potente que el CO2, pero su vida atmosférica es de unos 12 años. Es responsable de cerca del 16% de las emisiones globales. Por ejemplo, una vaca lechera puede emitir entre 100 y 200 kg de metano al año, equivalente a 2,790–5,580 kg de CO2e.

Óxido Nitroso (N2O)

  • PCG: 273 (100 años)
  • Fuentes: Fertilizantes nitrogenados, quema de combustibles fósiles, procesos industriales como la producción de ácido nítrico.
  • Impacto: Con una vida atmosférica de unos 114 años, el N2O es extremadamente potente y también daña la capa de ozono. La agricultura contribuye con cerca del 60% de las emisiones de N2O, especialmente por el uso excesivo de fertilizantes.

Clorofluorocarbonos (CFCs)

  • PCG: >1,000 (varía según el compuesto)
  • Fuentes: Antiguamente usados en refrigerantes, aerosoles y solventes; ahora restringidos por el Protocolo de Montreal.
  • Impacto: Los CFCs tienen una vida atmosférica de décadas a siglos y un PCG altísimo. Aunque su uso ha disminuido, los CFCs liberados en el pasado siguen contribuyendo al calentamiento y al daño del ozono.

Hidrofluorocarbonos (HFCs)

  • PCG: 140–11,700 (dependiendo del compuesto)
  • Fuentes: Refrigeración, aire acondicionado, espumas de poliuretano.
  • Impacto: Introducidos como reemplazo de los CFCs, los HFCs no dañan el ozono, pero su PCG elevado los hace problemáticos. Su uso está creciendo en países en desarrollo, lo que preocupa a los climatólogos.

Perfluorocarbonos (PFCs)

  • PCG: 7,000–17,000
  • Fuentes: Producción de aluminio, semiconductores, equipos eléctricos.
  • Impacto: Con vidas atmosféricas de miles de años, los PFCs son extremadamente potentes. Aunque se emiten en pequeñas cantidades, su impacto por tonelada es masivo.

Hexafluoruro de Azufre (SF6)

  • PCG: 23,500
  • Fuentes: Equipos eléctricos de alta tensión, como transformadores y disyuntores.
  • Impacto: El SF6 es el GEI más potente conocido, con una vida atmosférica de 3,200 años. Una sola tonelada de SF6 equivale a 23,500 toneladas de CO2e, lo que lo hace crítico en industrias específicas.

Estos gases, con sus diferentes PCGs, muestran por qué necesitamos una métrica como el CO2e para comparar y gestionar sus impactos.

Pero los valores de PCG no son estáticos; se actualizan con los avances científicos, lo que nos lleva a la siguiente sección.

¿Por Qué y Cada Cuánto se Actualiza el PCG?

La ciencia del clima no se detiene. Cada pocos años, los investigadores refinan nuestra comprensión de cómo los gases de efecto invernadero afectan el planeta.

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) publica informes integrales cada 5 a 7 años, actualizando los valores de PCG basándose en nuevos datos sobre la eficiencia radiativa y la vida atmosférica de los gases.

Por ejemplo, en el Sexto Informe de Evaluación (AR6, 2021), el PCG del metano se ajustó de 25 a 27.9 para reflejar mediciones más precisas.

Estas actualizaciones son esenciales por varias razones.

Primero, los avances en tecnologías de medición, como satélites y sensores atmosféricos, proporcionan datos más exactos.

Segundo, las emisiones globales cambian con el tiempo: nuevas industrias, regulaciones y prácticas agrícolas alteran la composición de los GEI.

Tercero, la modelización climática mejora, permitiendo simulaciones más precisas del impacto a largo plazo de cada gas.

Por ejemplo, el metano ha recibido especial atención porque su impacto a corto plazo es mayor de lo que se pensaba anteriormente.

Estas actualizaciones aseguran que las políticas climáticas, como los compromisos del Acuerdo de París, se basen en la ciencia más reciente.

Para las empresas, usar los valores de PCG más recientes es vital para calcular su huella de carbono con precisión y diseñar estrategias de reducción efectivas.

Mejores Prácticas para Medir la Huella de Carbono en Empresas

Medir la huella de carbono no es solo una tarea técnica; es un paso fundamental para que las empresas asuman su responsabilidad en la lucha contra el cambio climático.

La norma ISO 14064 ofrece un marco sólido para hacerlo de manera precisa y confiable. Aquí te explicamos las mejores prácticas, optimizadas para claridad y utilidad.

Usa los Valores de PCG Más Recientes

Los valores de PCG se actualizan periódicamente por el IPCC, y usar datos obsoletos puede distorsionar los cálculos.

Por ejemplo, usar un PCG de 25 para el metano en lugar de 27.9 subestima su impacto.

Consulta los informes más recientes del IPCC o bases de datos como la EPA para obtener los valores actualizados.

Adopta un Horizonte Temporal de 100 Años

El estándar de 100 años es ideal para capturar el impacto acumulado de los GEI, ya que muchos persisten durante décadas o siglos.

Esto asegura que las estrategias de reducción sean efectivas a largo plazo.

Sin embargo, si tu objetivo es mitigar el calentamiento a corto plazo, considera un horizonte de 20 años para gases como el metano.

Sigue una Metodología Estandarizada

La ISO 14064 establece directrices claras para medir, reportar y verificar emisiones.

Esto garantiza que los datos sean consistentes, comparables y confiables, tanto para informes internos como para auditorías externas.

Herramientas como el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero complementan estas normas.

Incluye Todas las Fuentes de Emisiones

Una medición completa debe abarcar emisiones directas (como combustión en instalaciones) e indirectas (como electricidad comprada o transporte).

La ISO 14064 clasifica las emisiones en Alcances 1, 2 y 3 para facilitar este proceso.

Además, evalúa la significancia de cada fuente: prioriza las emisiones que representan un porcentaje importante del total, pero no ignores fuentes menores que puedan sumarse.

Revisa y Actualiza Regularmente

Las operaciones empresariales cambian, al igual que las regulaciones y los valores de PCG.

Revisa tus cálculos al menos una vez al año para reflejar nuevos procesos, tecnologías o datos científicos.

Esto te permite adaptar tus estrategias de reducción a las condiciones actuales.

Implementar estas prácticas no solo mejora la precisión de tu huella de carbono, sino que también fortalece la credibilidad de tu empresa ante clientes, inversores y reguladores.

En nuestro curso de Huella de Carbono y Gestión del Cambio Climático, ofrecemos una guía práctica para aplicar estas técnicas, ayudando a las empresas a cuantificar su impacto y avanzar hacia la neutralidad de carbono con confianza.

Autor del artículo

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Agustín Lagos
Ingeniero mecánico y consultor principal en Weya Consulting, con más de 8 años de experiencia en la gestión del cambio climático. Se especializa en la cuantificación de huella de carbono organizacional y de productos, así como en el desarrollo de planes de mitigación de Gases de Efecto Invernadero. Ha colaborado con organismos nacionales y subnacionales en la República Argentina, como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires (APrA), donde lideró proyectos de alto impacto, incluido el capítulo de gestión energética del Plan Carbono Neutral Buenos Aires 2050 con el apoyo de C40. Además, ha capacitado a más de 2.300 profesionales en PyMEs, brindándoles herramientas clave para medir y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En 2024, fundó Weya Academy con el propósito de expandir estos conocimientos. Hoy en día, comparte su experiencia con estudiantes en toda LATAM y Estados Unidos, promoviendo prácticas sostenibles y efectivas en la gestión del carbono.
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Progresión del
calentamiento global
(fuente: NASA)
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Ingeniero mecánico y consultor principal en Weya Consulting, con más de 8 años de experiencia en la gestión del cambio climático. Se especializa en la cuantificación de huella de carbono organizacional y de productos, así como en el desarrollo de planes de mitigación de Gases de Efecto Invernadero. Ha colaborado con organismos nacionales y subnacionales en la República Argentina, como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires (APrA), donde lideró proyectos de alto impacto, incluido el capítulo de gestión energética del Plan Carbono Neutral Buenos Aires 2050 con el apoyo de C40. Además, ha capacitado a más de 2.300 profesionales en PyMEs, brindándoles herramientas clave para medir y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En 2024, fundó Weya Academy con el propósito de expandir estos conocimientos. Hoy en día, comparte su experiencia con estudiantes en toda LATAM y Estados Unidos, promoviendo prácticas sostenibles y efectivas en la gestión del carbono.

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